Para muchos trabajadores, la navidad suelen ser una fiesta que esperan con ansias, no solo porque es un momento para pasar en familias; sino también la llegada de un bono o llamado así el famoso “aguinaldo”.

Pero ¿de dónde proviene ese término?

De acuerdo a un artículo publicado el aguinaldo tiene su origen en Roma. Se refiere al tradicional obsequio o paga extraordinaria realizada de forma anual por la celebración de la Navidad. Esta tradición se remonta a la cultura celta, cuya costumbre era conocida como “eguinad”, con la que esta civilización designaba el regalo de año nuevo.

Al inicio, obsequiar dinero a los trabajadores con el fin de desear buenos deseos, era opcional, pero años después los países comenzaron a adoptar esta tradición hasta convertirla en ley, un ejemplo de estos fue Argentina.

“Cuando Edelmiro Farrell era presidente de Argentina, Juan Domingo Perón se encargaba de la vicepresidencia y del Ministerio de Guerra y de la Secretaria de Trabajo y Previsión. Bajo estas condiciones, en 1945, Perón fundó el Instituto Nacional de Remuneraciones. Esa entidad se encargó de fijar el salario mínimo e implementar el sueldo anual complementario o aguinaldo. Luego de algunos conflictos políticos, la prestación quedó sellada, legalmente, el 20 de diciembre de 1946”, de acuerdo a un artículo web publicado por National Geographic. Y así, poco a poco el resto de los países comenzaron a implementarlo.

En el Salvador, los trabajadores que tienen menos de un año laborando en una empresa, también recibirán aguinaldo, no obstante, este será acorde al tiempo laborado. Según el Código de Trabajo, el Art. 198 establece que: Los trabajadores que han prestado 1 año de servicio o menos de 3 años, tienen derecho a aguinaldo equivalente a 15 días de salario.

Muchos suelen invertir este bono en comprar ropa, decorar la casa, pagar deudas o colegiaturas.

De acuerdo a una encuesta realizada por el periódico digital El Cenit, donde se les preguntó a las personas ¿En qué invierte su aguinaldo? El 60% respondió que, en pagos de colegiaturas, 17% en remodelación de viviendas, 1% compras de electrodomésticos, 5% en pagos de deudas y tarjetas de créditos y un 17% en otros.

Escrito por Katya Rodezno.

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