Durante la pandemia por COVID-19 todas las instituciones de educación superior iniciaron la búsqueda de modelos y metodologías alternativas para sacar adelante los programas y planes de estudio que seguían siendo presenciales, pero operativamente debían ser virtuales. Desde entonces, el modelo educativo multimodal se convirtió en una alternativa eficiente que acompaña el desarrollo en las aulas en las modalidades virtuales y semipresenciales. Hoy cuando estamos aprendiendo a vivir con el COVID-19 y el Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología ha dado la indicación de que es necesario retornar a la presencialidad en cumplimiento a los planes de estudio ¿Qué pasará con la multimodalidad? ¿Deberemos retornar a las metodologías tradicionales o podremos continuar incluyendo la tecnología en los procesos de aprendizaje?
Autora: M.Ed. Patricia Molina de Núñez, vicerrector@unasa.edu.sv
Vicerrectora de UNASA.
Bajo mi punto de vista, efectivamente se puede continuar utilizando la multimodalidad desde la presencialidad y es que por definición: “Un sistema de educación multimodal permite agrupar los diferentes modelos educativos en este caso, relacionados con los semipresenciales y los no presenciales como son los modelos a distancia, abiertos y mixtos” (Guzmán, 2016, p.10). Es decir, los sistemas multimodales se adaptan a diferentes formas de enseñanza para llegar a todo tipo de estudiante y potenciar las inteligencias múltiples y ahí está la riqueza de este modelo y sus metodologías.
Por lo tanto, no podemos pensar que al regresar a la presencialidad el uso de las plataformas virtuales, las clases grabadas y la modalidad sincrónica y asincrónica quedan desechadas sino al contrario se convierten en aliados estratégicos de las metodologías presenciales que permitirán sin duda generar aprendizajes significativos, independientemente de la modalidad de entrega de la enseñanza.
Bajo la multimodalidad podemos utilizar recursos didácticos variados como fotos, ilustraciones, audio, escritura, música movimiento, gestos entre otros; los métodos de aprendizaje multimodal suelen recurrir a canales visuales, auditivos y táctiles lo que permite tener mejores resultados con esta forma de aprendizaje. Cuando se utiliza un video estimulamos la parte visual con las imágenes, auditiva con el sonido y además permite que el estudiante pueda reproducirlo al ritmo que desee y las veces que lo necesite, por lo que uno de los beneficios de la multimodalidad es que la asimilación del conocimiento es más rápida, profunda y en consecuencia se propicia una mayor retención de la información.
En UNASA, tomando en cuenta que este tipo de modelo puede adaptarse a cualquier tipo de enseñanza se decidió conformar un híbrido que permitiera brindar opciones para el aprendizaje a los estudiantes proporcionándole ventajas competitivas sin importar la modalidad de estudio este híbrido está conformado por la metodología constructivista, modelo Hy-Flex y método B-learning.
En la metodología constructivista rescatamos los principios del aprender a conocer, aprender hacer y aprender a ser, permitiendo potenciar la integridad del estudiante a través del conocimiento, los procedimientos y las actitudes. El Modelo Hy-Flex nos aporta esa flexibilidad en cuanto a tiempo y espacio para que los estudiantes se organicen y aprendan a su ritmo potenciando así la característica de ser autodidacta.
En la metodología B-learning se nos presenta la ventaja de continuar reforzando las clases presenciales con videos o clases previamente grabadas bajo la modalidad asincrónica y dar asesorías virtuales de forma personalizada cuando sea necesario o el estudiante lo solicite. Es importante destacar, que este modelo provee a los docentes y estudiantes recursos y actividades que permiten la realimentación de las clases.
Por lo tanto, el aula virtual es un recurso tecnológico de apoyo a la docencia, que permite evaluar, dar lineamientos claros sobre el trabajo en aula, explicar tareas, compartir materiales audiovisuales, presentarse, compartir lecturas y material bibliográfico entre otros.
De igual forma, existen muchas ventajas de la educación multimodal entre las que se pueden mencionar: mejora la calidad del aprendizaje, impulsa el desarrollo de habilidades, expande la creatividad, hace que la información sea mejor digerida, facilita el aprendizaje cooperativo, facilita el uso de metodología mixta que es eficaz porque une la educación presencial con la virtual a través de un “Sistema de Gestión de Aprendizaje” (por sus siglas en inglés LMS). Esto ofrece ventajas para interactuar directamente con los estudiantes en un entorno presencial y con la comodidad del e-learning, asimismo, permite la autonomía entre los estudiantes y utiliza diferentes materiales entre otros.
En conclusión, los estudiantes necesitan variedad en el uso de metodologías, estrategias y técnicas; la multimodalidad hace que el aprendizaje sea novedoso y emocionante porque ofrece una estimulación sensorial, no se pueden quedar estáticos en un mundo educativo donde lo más seguro es el cambio, de igual forma, “requiere de reflexión y discusiones en torno a las formas de trabajo, comunicación e interacción entre los actores universitarios, además de la valoración de los contenidos educativos, instrumentos de trabajo, estrategias docentes y formas de acceso a la información” (Ramírez y Maldonado, 2015, p. 21).
La multimodalidad también se debe reflejar en las tareas y evaluación, debido a que les ayuda a los estudiantes a ser más creativos a utilizar diferentes partes de su cerebro y según la teoría cognitiva del aprendizaje cuando participan activamente del proceso de aprendizaje retienen más su formación lo que puede desencadenar en mejores resultados que los llevarán hacer profesionales integrales.
Autora: M.Ed. Patricia Molina de Núñez, vicerrector@unasa.edu.sv
Vicerrectora de UNASA.
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