Hablar sobre la ternura presupone un estado de belleza y calidez. Al buscar dicha palabra en algún diccionario nos podríamos encontrar ante una definición más o menos como la siguiente: “ternura es el sentimiento ante las personas, cosas o situaciones que se consideran merecedoras de amor o cariño puro y gratuito, por su dulzura, debilidad o delicadeza”, ante esta definición surgen las interrogantes ¿Qué es aquello que merece amor y ternura? ¿Habrá algo o alguien que sea indigno de tal sentimiento? ¿Cómo expresar tal sentimiento?.

A lo anterior, podemos buscar respuesta en los poesía, en aquellos que saben ver la ternura que se esconde en cada rincón, en cada retrato, en cada instante. Hoy quiero citar Javier Fuentes Vargas, quién desde sus textos nos expone su tesis sobre la ternura y sus manifestaciones.



XVIII

La ternura encontrará la grieta perfecta de la ciudad
para brotar como maleza y hacer tropezar a los niños.


Inocencia

mi ternura sólo conoce un idioma:
la infancia

ahí mi voz anhelaba
gritar todos los pájaros
que mi inocencia
arrancó del cielo

XXII

Desde mañana seré feliz,
mamá.

Abriré la ventana del hombre que era
y meteré pájaros a esa habitación vacía:
no quiero que el recuerdo se colme de silencio.

Mataré a alguien
y dejaré en su cadáver
el ramo de flores que jamás recibí
porque soy hombre
y no merezco flores para celebrar
mi ternura.

Desde mañana
las manos de quienes conocieron mi rostro
harán cuencos para sostener mi llanto
y bautizar sus nuevas nostalgias
con esa agua sucia que brotará de mi ausencia.

Porque
desde mañana seré feliz,
mamá.

Espacio cultural: “Entre líneas y versos” 

Un proyecto de Arte y Cultura de UNASA.

Escrito por: Javier Fuentes.

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