Andrea Rivera González, una estudiante de medicina de 20 años originaria de Michoacán, México, está actualmente cursando su cuarto semestre en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Ella fue seleccionada para participar en un intercambio internacional de un mes en el área de ginecología y obstetricia, organizado por la Federación Internacional de Asociaciones de Estudiantes de Medicina (IFMSA), a través de la Asociación de Estudiantes de Medicina (ASEMEDU) de la Universidad Autónoma de Santa Ana (UNASA).

En su entrevista para el Periódico Digital El Cenit, Rivera destacó la importancia de la oportunidad brindada por UNASA, la cual fomenta la empatía y la profesionalidad en los futuros médicos. “Para mí, UNASA significa empatía, ya que a pesar de ser extranjera, me han tratado muy bien”, expresó Andrea, subrayando cómo la experiencia le ha permitido desarrollarse tanto personal como profesionalmente.

Andrea mencionó que uno de los motivos principales para elegir El Salvador fue la implementación de nuevas leyes y la posibilidad de comunicarse en su idioma nativo, lo cual facilita su adaptación. Sin embargo, enfrentó algunos desafíos culturales, especialmente en la gastronomía y las costumbres locales. “Gracias a mi host y la familia con la que estoy, he aprendido mucho sobre las costumbres y la cultura de aquí, lo que me ha permitido sentirme muy cómoda”, afirmó.

Actualmente, Andrea está rotando en el área de ginecología y obstetricia en el Hospital San Juan de Dios de Santa Ana. A pesar de sentirse inicialmente nerviosa, ha encontrado el apoyo necesario. “Me he desarrollado bastante bien, a pesar de que todavía no tenemos todos los conocimientos necesarios. Los doctores y el personal me han tratado de una manera muy humanista”, comentó. Esta experiencia le ha permitido tener un contacto más cercano con los pacientes y explorar su interés en esta rama de la medicina.

Andrea animó a otros estudiantes a aprovechar oportunidades similares. “Si tienen la oportunidad de tomar un intercambio, háganlo. Te ayuda a desarrollarte muchísimo en la parte práctica y te abre muchas puertas. Es una experiencia de la cual no se arrepentirán”, aconsejó.

Finalmente, Andrea reflexionó sobre cómo esta experiencia y el apoyo de UNASA han fortalecido sus capacidades como futura médica. “Nos dan oportunidad de superación académica. No todas las universidades y países nos aceptan, y esta oportunidad en El Salvador ha sido muy buena para mí”, concluyó, destacando la importancia de estas experiencias para su desarrollo profesional y personal.

Andrea Rivera González es un claro ejemplo de cómo los programas de intercambio internacional pueden enriquecer la formación de los estudiantes de medicina, brindándoles herramientas y experiencias valiosas para su futuro profesional.

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