El café es un grano de gran impacto no solo en El Salvador, sino en el mundo entero, debido a su peculiar sabor. Se dice que el café tuvo su origen en el Cuerno de África, en Etiopía, se cuentan varias historias sobre su descubrimiento, una de ellas dice que fue encontrado por un rebaño de ovejas, quienes comían las cerezas del café y poco después de eso se mostraban más hiperactivas; lo que llamó la atención de las personas e hizo que indagaran más sobre este grano, convirtiéndose hoy en día en una de las bebidas favoritas de los salvadoreños.
Hace un par de años atrás, El Salvador era conocido por ser una República Cafetalera. Según los historiadores, el café pasó desde el Caribe a El Salvador en 1740. El gran integracionista salvadoreño, Gerardo Barrios, fue el visionario que intuyó el enorme potencial del café y lo impulsó en todo el país. Desde entonces, el café se convirtió en la columna vertebral de la economía y moldeó la cultura. A partir de esos días, el café se mantuvo como una prioridad, hasta que en el siglo XX se convirtió en el principal producto de exportación del país. Mucha de la prosperidad alcanzada por los salvadoreños en aquella época estuvo determinada por el reconocimiento internacional del café, de acuerdo a un artículo publicado por el sitio web REDILACG.
Además de eso, añaden que de acuerdo a la leyenda más común publicada por el Consejo Salvadoreño del Café (CSC) y la Fundación Salvadoreña para Investigaciones del Café (PROCAFE), en El Salvador se destaca la producción del tipo de café Coffea Arábica procedente de África e introducido primero en la región occidental del mismo en el año 1740. Se supone, además, que desde la Isla Martinica se distribuyó el café hacia el Caribe, Centroamérica y México. (Lizama, 2012: p 13).
De acuerdo a un artículo publicado por el sitio web Top Doctors, “El consumo regular de café reduce el riesgo de padecer al menos dos tipos de Cáncer, además de que disminuye a la mitad las probabilidades de Suicidio. Un estudio del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado en la revista científica The Lancet Oncology, indicó que el café se asocia a un riesgo menor de padecer varios tipos de Cáncer, entre ellos el del útero y el de Hígado”.
Hoy en día, una taza de café la puedes encontrar en cualquier parte, desde tu casa, hasta en un restaurante o parada de buses. El café se ha convertido en una bebida que no puede faltar en el día a día de las personas, muchos toman su taza en la mañana y el respectivo café de la tarde, y hay otros que se toman hasta más de dos tazas al día.
El café lo podemos consumir de muchas formas diferentes, helado, caliente, soluble, etc. De acuerdo a una encuesta realizada por el Periódico Digital El Cénit, se le preguntó a la población: “¿Qué tipo de café consume frecuentemente?” A lo que un 48% respondió que soluble instantáneo, un 43% café molido, 3% café que venden en cafeterías y restaurantes y un 4% lo consumen de máquinas expendedoras.
Sin embargo, el café tiene su lado negativo, ya que contiene cafeína y este altera el sueño. En el cerebro, esta sustancia se entrelaza y bloquea los receptores de adenosina, la cual controla el estado de vigilia o cansancio del cuerpo, acorde al artículo de Top Doctors.
A lo largo del tiempo, el café ha sido una de las bebidas más consumidas, según un artículo publicado por Livelihoods Found, “ Después del agua, el café es la segunda bebida más consumida. Se calcula que los consumidores beben 2.600 millones de tazas de café, cada día en todo el mundo. Los países más consumidores se encuentran en Europa, y después del petróleo, el café es la mercancía más comercializada en el mercado mundial”.
Escrito por Katya Rodezno.
Fotografía cortesía.
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