Feligreses de diferentes puntos de la ciudad acudieron a Catedral para participar en el inicio de la Cuaresma. FOTO/ María Galicia.
Decenas de santanecos acudieron a la Iglesia Catedral para recibir la imposición de la cruz de ceniza en sus frentes, simbolizando el arrepentimiento y la purificación interior.
Con motivo de la celebración del Miércoles de Ceniza, en el templo se programaron cuatro servicios en los horarios de 6:30 y 7:30 de la mañana, 12:00 del mediodía y 5:00 de la tarde.
“Es un recordatorio de nuestra fragilidad, pero también una oportunidad para la conversión. Debemos renovar nuestra fe y nuestro compromiso con Dios”, instó el obispo Miguel Ángel Morán Aquino, quien presidió la misa de las 7:30 de la mañana en la Catedral.
Inés Martínez, de 80 años, fue una de las feligreses que asistió a la primera misa del día. “La imposición de la ceniza me recuerda que somos polvo y que en polvo nos convertiremos, pero también que estamos llamados a la conversión y a fortalecer nuestro compromiso como cristianos”, manifestó la octogenaria.
Este acto, profundamente arraigado en la tradición cristiana, invita a los creyentes a hacer un examen de conciencia y a dedicar estos días a la penitencia y la oración. Asimismo, promueve la práctica de obras de misericordia, como la caridad y el perdón.
Tiempo de reflexión, penitencia y renovación espiritual
Esta tradición cristiana tiene sus raíces en los siglos V y VI, cuando los pecadores eran cubiertos de ceniza y excluidos temporalmente de la comunidad eclesiástica hasta su reconciliación el Jueves Santo.
En aquella época, los fieles practicaban el ayuno, la oración y la caridad, dedicándose completamente a un proceso de purificación interior.
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Escrito por: Miguel Hernández/ María Galicia.
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