El Centro de Monitoreo del Clima de la Universidad Autónoma de Santa Ana (UNASA) ha revelado los datos climáticos correspondientes a febrero, registrando una temperatura máxima de 35°C y una mínima de 19°C. Estos valores reflejan una variabilidad térmica característica de la transición hacia la temporada de lluvias, con días cálidos y noches frescas.
Durante el mes, las temperaturas mostraron un patrón estable, con máximas que alcanzaron los 35°C en horas de la tarde, especialmente en días despejados, mientras que las mínimas de 19°C. Aunque febrero no presentó extremos tan marcados como enero, sí mantuvo la tendencia de fluctuaciones térmicas propias de esta época del año.
Los datos sugieren que febrero fue un mes con condiciones climáticas más moderadas en comparación con enero, donde se registraron temperaturas más extremas. Este comportamiento es típico de la transición entre la temporada seca y la de lluvias, que se espera comience a influir en la región en los próximos meses. Las variaciones térmicas observadas podrían estar relacionadas con la influencia de los vientos alisios y la radiación solar directa.
El informe mensual del Centro de Monitoreo del Clima de UNASA es una herramienta clave para sectores como la agricultura, el turismo y la planificación urbana. Conocer estas tendencias permite a los productores agrícolas ajustar sus ciclos de siembra y cosecha, mientras que los operadores turísticos pueden planificar actividades al aire libre con mayor precisión.
Ante las fluctuaciones térmicas, se recomienda:
- Mantenerse hidratado: Especialmente durante las horas de mayor calor.
- Protegerse del sol: Usar protector solar, sombreros y ropa ligera. Estar atentos a los pronósticos: Prepararse para los cambios que traerá la temporada de lluvias.
El centro continúa brindando información diaria sobre las condiciones climáticas, contribuyendo al entendimiento de la variabilidad climática en la región.
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