La conservación de las tortugas marinas en El Salvador ha tomado un protagonismo crucial en los últimos años, gracias a proyectos medioambientales que buscan proteger estas especies en peligro de extinción, han demostrado ser vitales para asegurar la supervivencia de estas tortugas en un entorno cada vez más afectado por el cambio climático.

En el área de conservación Los Cóbanos, un santuario para las tortugas marinas, Saúl Jaco, técnico de campo territorial del proyecto TFCA del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y el Fondo de Inversión para las Américas (FIAES), comparte su experiencia en la preservación de cuatro especies de tortugas marinas: Golfina, Carey, Prieta y Baula. “Tenemos tres viveros en los sectores de Barra Santiago, Los Cóbanos y Playa Los Almendros, donde se cuidan los huevos hasta su eclosión, y posteriormente, liberamos las tortugas”, explica Jaco, subrayando el proceso minucioso que implica monitorear y proteger los nidos de las amenazas ambientales y humanas.

El cambio climático ha añadido nuevas capas de complejidad a estos esfuerzos, “El aumento de la temperatura impacta en la eclosión de los nidos, ya que se requiere regar con agua más seguido para mantener las condiciones adecuadas”, comenta Jaco, destacando que el incremento de temperaturas también podría estar alterando la proporción de sexos en las crías, con un aumento preocupante de hembras. Sin embargo, la comunidad local juega un papel crucial en estos esfuerzos, ya que, como menciona Jaco, “Tenemos voluntarios que nos avisan cuando una tortuga ha salido a desovar y, en algunos casos, nos acompañan en los recorridos nocturnos”.

Karla Rodríguez, guardarrecursos en el santuario de Los Cóbanos, aporta una perspectiva comunitaria, con más de 25 años de experiencia en la conservación de tortugas marinas. Rodríguez describe la ardua labor durante la temporada de anidación, donde recorren las playas durante toda la noche para asegurar la recolección de huevos. “Es algo hermoso ver cómo las tortugas salen a desovar, un privilegio que no todos tienen”, expresa Rodríguez, destacando el papel crucial que las tortugas juegan en el equilibrio del ecosistema marino, como el control de la población de medusas.

Karen Cáceres, también guardarrecursos en Los Cóbanos, señala que el cambio climático está exacerbando la erosión de las playas, un problema que afecta la capacidad de las tortugas para encontrar sitios seguros de anidación. “Si las tortugas perciben que su entorno no es seguro, simplemente no saldrán a anidar”, advierte Cáceres, añadiendo que la temperatura de la arena, que influye directamente en el sexo de las crías, es un factor crítico para la reproducción exitosa.

El cambio climático ha exacerbado los retos para la conservación de las tortugas marinas, según Laura Rosa de González, presidenta del Comité de Desarrollo Sostenible de la Universidad Autónoma de Santa Ana (UNASA), “El calentamiento global está provocando altas temperaturas que afectan la crianza de las tortugas marinas, lo que genera la erosión de zonas y la pérdida de playas”, advierte González, haciendo un llamado a la acción urgente para mitigar estos efectos.

La conservación de tortugas marinas no es solo un esfuerzo práctico, sino también académico. Laura Hernández, directora de la Licenciatura en Medio Ambiente de UNASA, subraya la importancia de la educación ambiental en la formación de profesionales comprometidos con la protección del medio ambiente, “Los objetivos principales de nuestra carrera consisten en formar profesionales que apliquen sus habilidades y competencias para evaluar, prevenir, controlar y gestionar acciones relacionadas con la conservación del medio ambiente”, explica Hernández.

La malla académica de la carrera incluye asignaturas como Ecología y Biodiversidad, Derecho y Legislación Ambiental y, Técnicas y Monitoreo de Ecosistemas, que equipan a los estudiantes con las herramientas necesarias para participar activamente en la conservación de especies como las tortugas marinas.

La integración de estos esfuerzos, desde la labor en campo hasta la formación académica, es crucial para enfrentar los desafíos que el cambio climático impone a la conservación de las tortugas marinas. La colaboración entre instituciones, comunidades y la academia es fundamental para asegurar que estas especies continúen siendo una parte vital del ecosistema costero salvadoreño.

Esta nota fue elaborada en el marco del Segundo Congreso y Sexto Taller de Periodismo y Comunicación Ambiental organizado por FIAES, CRS y REDLAC.

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Escrito por: Andrea Escobar.

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