El Nazareno de la Eterna Mirada, consagrado el 16 de julio del año 2000, celebró sus 24 años como protector de Chalchuapa. Este ícono religioso ha sido una fuente de devoción por generaciones, y el pueblo colonial de Chalchuapa demuestra su amor y veneración a su amado “Colocho”.
Chalchuapa es una prueba viviente del amor y la devoción que se ha transmitido de generación en generación. Abuelos, padres e hijos han mantenido viva esta tradición, mostrando cómo el fervor y la fe son legados preciados que unen a las familias y fortalecen la identidad del pueblo. Así, cientos de personas acuden cada año a los brazos del amado Nazareno.
Diversas hermandades de la comunidad católica son invitadas a cargar al Nazareno, acudiendo desde lugares como Chiquimula, Guatemala, y Nahuizalco, entre otros. La celebración tuvo lugar en el templo colonial Santiago Apóstol de Chalchuapa, donde el Nazareno salió a bendecir las calles del pueblo.
El Nazareno de los Chalchuapanecos, consagrado de la eterna mirada, para los feligreses es más que una figura religiosa; es un símbolo de unidad y fe inquebrantable. Cada año, Chalchuapa renueva su devoción, demostrando que el amor por el Nazareno sigue vivo en el corazón de su gente.
Escrito por Paola Muñoz.
Fotografías: Derek Arana
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